Viaje a la cuidad

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Pues hace un buen rato que no escribo, ¿indicios de paz mental? Tal vez, pero principalmente porque en lugar de escribir he leído, por fin terminé breaking down, el último libro de la saga de Crepúsculo, me gustó. El final feliz después de 3 libros de peripecias fue esperando pero no por eso menos reconfortante, Bella y Edward viven felices junto con su tierna hijita híbrido.

En el inter en el que esperaba a comprar el libro de Meyer, empecé a leer a Jane Austen, inicié con Persuasión, me gustó harto, recordé cuanto me gustan esos libros de los 1800 y seguí leyendo, leí Lady Susan, Amor y Amistad y ahora estoy con la Abadía de Nothanger, me encuentro realmente envuelta en todas estas novelas, me agrada leer algo que no sea noticias sobre política o violencia. El no tener TV ayuda a estar desconectado de tanta tontería, pero en un intento de no estar completamente pérdida con lo que pasa en el mundo, leo las noticias por internet, pero en todos lados hay guerras, y cosas de ese tipo, la vdd que estoy prefiriendo estar pérdida que informada, de todas formas qué gano yo con saber esas cosas... Por el momento no mucho, así que al menos por ahora trataré de mantener este ánimo tan favorable que presento y leer novelas y no noticias.

Hoy en vista de que Ale se fue a Veracruz y de que no hay huéspedes decidí fugarme a Manzanillo, que aunque no es Guadalajara es más grande en civilización que Costa Alegre, fui a depositar dinero al banco y decidí pasar al Starbucks por mi nuevo café favorito (favorito desde hace 2 meses) Cinnamon dolce latte, grande, con leche descremada, extra shot y sin crema batida. El cual es el único que puedo tomar sin azúcar, tmb aproveché para comer algo, porque no había desayunado, me respiré un panino clásico, y empecé a disfrutar de los beneficios del internet móvil.

Mientras chateaba con Mariam vi conectado a un viejo personaje de mí vida y recordando que hace unos días platicaba de él, tmb con Mariam, pensé que tal vez de tanto recordarlo se me manifestaba, presentándose así la oportunidad de platicar no sólo de él sino con él, (¿alguien se acuerda de cómo era vivir sin los medios electrónicos?). Así pues lo saludé, estuvo amena la conversación, el platicar con él me recordó nuestro momento de vida, ese pasado que tan furtivamente compartimos, él fue un personaje clave en mi vida, hoy es una persona que aprecio por todo lo que fuimos y que a la vez me trae recuerdos un poco amargos, cuando pienso en todo el daño que le hice, bueno que nos hicimos… En fin, en ésta conversación el pasado no vino mucho al caso, más bien fue un “catching up”, pero por mi parte, no pude evitar recordar todo, como que él pasado anda revoloteando a mi alrededor últimamente, es raro pensar en aquella Joanna, tan lejana, cuando la recuerdo no veo nada de ella en mí, pero estoy segura que en mí hay más de esa Joanna que de cualquier otra, porque esa etapa de mi vida me marcó inmensamente…

Él dijo: “Me gustaría volver a verte algún día. Escuchar tu risa escandalosa...Jajaj...Hoy ando nostálgicamente cursi” mi respuesta no es importante, me limité a decir: “algún día, supongo yo”, pero me hizo pensar que yo he andado nostálgica por varios meses, deambulando entre mis recuerdos, tratando de ver qué me falta, qué se me perdió, tal vez se me perdió lo cursi jaja ¿no?

En aquellos viejos tiempos yo era toda una romántica, casi como una heroína de Austen, hoy no, hoy sigo sin definirme. ¡Qué cosas!

Bueno, creo que ya llevo un buen rato disfrutando de los beneficios del internet de éste café, así que paso a retirarme de aquí, a buscar nuevas aventuras en la ciudad… estoy pensando en entrar al cine, lo cual sería para mí toda una hazaña, ya que siempre he sentido horrorizante la idea de ir sola al cine, pero tmb creía que iba a ser horrible comer y estar sola en un café… y hasta ahora ha sido todo menos desagradable, por lo que creo que bien puedo aventurarme a romper otro de mis tabúes, una película dominguera me irá bien.

Como lista de año nuevo, pero sin la mercadotecnia

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Desde el domingo, designé mi tiempo libre a ver la 3era y 4ta temporada de Sex and the City, me encanta la serie, pero fue horrorizante ver que soy Carrie!! Bueno solo de manera emocional, me falta ser bella, con sentido de la moda en el vestir y otros mínimosss detalles más, pero mi vida emocional es un mal refrito de la suya.

Tengo 25 y tengo las mismas dudas que un protagónico de la T.V y yo que me creía madura…

En fin, mi nuevo propósito es no enloquecer pensando, voy a tratar de no obsesionarme tanto, tomaré la sugerencia de una amiga, esta vez haré todo lo opuesto a lo que usualmente haría.

Es esta es mi lista


× Antes

ü Ahora

× Vocalización de mis miedos con Ale

ü Vocalización de miedos con mis amigos NO con Ale

× Enojarme con Ale por cualquier mínimo detalle

ü No buscar pelear solo por pelear

× Pensar a cada minuto lo mucho que odio el compromiso y el peso que tiene en mi relación

ü Dejar mi relación sin etiqueta, el compromiso nada tiene que ver

× Detestar el que Alejandro me deje decidir muchas cosas de nuestra relación

ü Disfrutar estar al mando, él es pasivo, yo dominante, ¡¡por eso funcionamos, qué más da!!

× Pelear cada domingo que nos vemos solo porque nunca puedo decidir que quiero hacer

ü El qué hacer da igual, lo importante es pasarla bien juntos

× Sus amigos son también mis amigos

ü Sus amigos son SUS amigos, aún si me caen bien.

× Forzarlo a ir a lugares que odia

ü Si odia el lugar, que no vaya, yo puedo ir después con amigos

× Terminar la relación en cuanto tenga dudas es mejor que postergar algo que tal vez no dure.

ü Nada en la vida es seguro, si él quiere estar conmigo y yo también mis dudas se pueden quedar donde están, mi relación tampoco se va.

× Si lo corto ahora (a la primer duda) será más fácil para él superarlo

ü Si lo corto ahora (a la primer duda) es solo para hacerlo más fácil para MÍ, para no pensar, a él lo lastimaría igual.

× Tal vez no lo amo


ü Lo amo, es el amor de mi vida, aún cuando no está en mi vida, pero no siempre se ama igual, el amor tiene tempos, últimamente he estado arrítmica, pero pronto recuperare el son.

Este fin de semana voy a Guadalajara, lo veo como la oportunidad perfecta para poner en práctica mi lista. Veremos si hay o no resultado.

Estoy es hoy

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Hoy al fin! Mucho trabajo!! Pedí el turno de la tarde, la idea era ver a ale un rato por la mañana, pero iba a entrar a las 12 y la vdd no nos daba mucho tiempo de hacer algo, además que prefería dormir, y que bueno que lo hice, porque siendo las 9:17 pm sigo en la oficina, a las 10 voy a llevar a unos huéspedes a que liberen tortugas. Como siempre que hay mucho trabajo pues tmb hay muchos mini problemitas, pero preferible estar toda la tarde haciendo algo que no haciendo nada, no??

Esto fue lo que pasó ayer...

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Ayer platicando sobre mi demencia, pude reafirmar que las cosas están mal solo en mi cabeza, que todo esto se deriva de mi falta de actividad, es muy terrible ser así, un pequeño duende malvado ensañado con la paz y tranquilidad.

Estoy esperando a que el 4to libro de Meyer llegué hoy, porque prefiero estar pesando en los ridículos vampiros y sus amoríos que en mis seudo-dudas.

Estoy en un humor raro, toda la mañana estuve muy contenta, bueno en el trabajo usualmente estoy así, me la paso re-bien con todos en la oficina, nos la pasamos diciendo y haciendo tonterías, pero las tardes son bastante aburridas ahora que no he podido salir a andar en bici, bueno no he querido, pero con 37° es casi imposible querer salir a pasear, así que usualmente me aburro bastante, pero hoy pasé de chistina a un poco gruñona… sabe…

kandinsky

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Que grrr es esto de pasársela pensando… ¿no podría ser uno como Patricio Estrella o algo así? despreocupado y mono canal.

Ya no sé ni en qué etapa de vida estoy, o que fase estoy pasando… Lo que realmente quiero es hacer algo diferente, quisiera en este preciso momento cambiar mi vida, pero me falta motivación, me falta algo más antes de dar el salto. A veces creo que en el fondo estoy esperando algo más normal de mi vida, tal vez en el fondo quiero vivir encantada con mi presente y ser “feliz por siempre”. ¡Maldito Disney con sus películas y su ñoñez transmitida!

Yo no sé que tengo que no puedo ser una persona estable, como que hay días en los que me gustaría ser del tipo hogareña, disfrutar estar por siempre en mi ciudad natal, estar todo el día con mi familia, convivir con los amigos de siempre, conocer al amor de mi vida, casarme, tener hijos, envejecer junto a una bella familia, etc, etc, y no porque esa vida sea más, o menos complicada, sino por que es algo que muchas personas que conozco quieren y parecen saber qué es lo que quieren, hoy y mañana, quieren sorpresas claro, pero todas dentro de una misma línea, yo solo quiero elegir mi línea, sin importar si la línea es recta, diagonal, oblicua, ¡osh que se yo! Solo quiero tener un camino y una dirección, no que en este momento vida tiene más líneas que un Kandinsky!

En lugar de elegir de esto, cada día quiero una cosa distinta… un día quiero vivir y trabajar años en Cuixmala, otros quiero estar tan solo 2 años y luego unirme a alguna organización y pasarme unos años haciendo algo en alguna comunidad lejana, otros se me antoja estudiar una maestría, y para que seguir, en general solo deseo algo más… ¿No podré ser monja misionera o algo así? Hubo un tiempo que lo consideré… no es broma, digo mi fe estaba en su máxima expresión y aún creía en la iglesia; creía que el cambio viene desde adentro y que basta con una persona para comenzar, hoy no tengo nada de fe en la iglesia, aún creo en Dios, pero igual creo que su iglesia (al menos la católica) está hecha de hombre codiciosos, que tan solo son capaces de predicar de palabra dejando de lado el ejemplo, bueno para que empiezo con ese tema… El punto es, quiero tomarme unos meses más para meditar sobre la idea de un cambio, finalmente apenas llevo 9 meses en mi trabajo, de vdd me gusta, pero siento que ya no estoy aprendiendo nada… con esto de la crisis no hay muchos huéspedes … creo que el no hacer nada en la oficina está sacando lo peor de mi.

Paula

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Estoy leyendo un libro titulado Paula, así que más o menos me he olvidado de mi pregunta favorita, irónicamente, en el libro Isabel Allende se la pasa preguntándose lo mismo.

Es gracioso como un insignificante bonche de hojas hacen ver tus problemas tan pequeños, pero la magnitud de un problema, creo yo, es cosa complicada, porque cuando se trata de problemas hasta el definir su tamaño es difícil.

Cuando comparo mis problemas con aquellos que podrá tener un joven de mi misma edad que vive en el otro lado mundo, en un país en guerra, mis dilemas podrían parecer insignificantes, pero considero que la vida es más compleja que una plana comparación entre personas que son diferenciados por mera geografía o política, porque al final del día, esas dos personas pueden tener el mismo nivel de devastación interno, no? Suena estúpido tal vez, pero no creo que lo sea, ¿qué acaso no todos vivimos nuestras guerras internas?

Sin embargo, recuerdo que cuando era pequeña mi mamá solía hacerme sentir mal con “los niños de África”, si no comía, me los recordaba, si no usaba mis zapatos nuevos, me los recordaba, si me quejaba de lo que no tenía, me los recordaba, utilizaba el castigo emocional para amedrentarme y mantenerme en raya, supongo que funcionaba, pues era de sus frases favoritas. Hoy pienso que mi mamá, se iba bien lejos, hasta África, tal vez hubiera sido una mejor enseñanza sacarme a la calle en uno de esos momentos, llevarme hasta alguna esquina y que viera a los niños pidiendo algo que comer, eso sí que hubiera funcionado mejor.

Hoy ya con unos años a cuestas me duele voltearle la cara a la miseria en la que vivimos, y es cuando mi ¿por qué? toma mayor sentido, adquiere otro significado, aún más enmarañado que mis dudas amorosas y es que tal vez mis pesares sean comparables con cualquier otra persona de mi edad al otro lado del mundo, pero dudo que sean equiparables a los de esas personas que vemos en las esquinas. Es triste como a veces me olvido de ese mundo… se me escapa la realidad en la que vivo, y me lleno la cabeza con ideas fantasiosas, que si es el amor de mi vida, que si no, que si hay algo más, ¡que cosas! En realidad a quien le importa, más que a mí, si estoy o no enamorada, bueno tal vez también le importe a mi pareja, pero fuera de los dos, a quien. Me pregunto qué hace la gente que piensa diariamente en este caos en el que vivimos… ¿cómo llevan sus vidas cotidianas? No es lo mismo ir por la calle e invitar una comida a alguien que ves en la esquina que dedicar tu vida a hacer un cambio en la vida de esas personas, me pregunto si a veces se les olvidan sus problemas por ocuparse de los demás.

Vaya vida que deben de tener tales corazones, llenos de amor y de amargura.

No sé si quiera de donde me viene todo esto, ¡el libro ni se trata de eso! El libro relata cómo Isabel Allende sobrelleva el coma de su hija… y es por eso que se pregunta tanto el ¿por qué?, ¿por qué ella? ¿Por qué tan joven?, miles de porqués, algo muy doloroso supongo yo, pero mis porqués también duelen, y esto derivo en mi recuerdo de los niños de África, los de México, pero en general, de la manera tan trivial que suelo vivir mi vida.

Sé que tal vez no sea el tipo de persona que dedicaría su vida a ayudar al prójimo, pero tampoco quiero volverme el tipo de persona que se olvida de mirar más allá de sus narices. No quiero ser una de las miles de bizcas que habitan en esta tierra.

Adentro mio

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Hoy vi por tercera vez la película “Alguien como tú”, una comedia romántica bastante cursi, las cuales me gustan siempre. Y mientras la veía no pude dejar de pensar en que éstas películas, últimamente, me dejan añorando algo, ¡como si no tuviera a nadie! Lo cual me hace sentir mal, porque sí hay alguien, entonces, al terminar la película empiezo a cuestionarme. ¿Por qué, si estoy en una relación "feliz", por qué me siento así? ¿¿¿POR QUÉ???

Desde siempre he sospechado mi anormalidad y desde hace un tiempo que sé que tiendo a sabotearme, a arruinar lentamente mis momentos de felicidad; al parecer mi alter ego es un ser maligno, que se regocija en mi depresión, que considera un desperdicio el verme feliz.

Pero ¿Por qué? Me repito esa pregunta una y otra vez, tratando de ver si dentro de algún rincón de mi cerebro está la respuesta. No sé si realmente no la encuentro, o si estoy fingiendo sordera. Hoy me contesté algo que odié.

¿Será que ya no lo amo?

Esta vez que regresamos fue algo no planeado, no lo platicamos, no lo cuestionamos, por primera vez solo dejamos que las cosas se dieran, no hubo la pregunta de querer volver o no, solo lo hicimos, entramos a esta relación por tercera vez, en 10 intermitentes años, y entramos con fuerza, no esperando nada uno del otro. Entendiendo, al fin, que nos amábamos a pesar de ser tan diferentes y aún con lo complicado que puede ser llevar 10 años en nuestras espaldas.

Diez años de convivencia hacen la relación única, pues son muchos años pero poca experiencia en general, cuando conoces el amor a los 14, ni siquiera te das cuenta de lo que está pasando, vives la relación como cualquier otra.

Para mí fue una explosión, siempre fui apasionada, él es sumamente calmado, parecíamos condenados por nuestras personalidades opuestas y en cierta forma así fue, me fui un año a estudiar al extranjero y a los 3 meses de mi partida, terminamos, pero quedamos como amigos ¿Quién lo terminó?, ya ni me acuerdo bien, creo que fue algo mío, pero siento que él también lo necesitaba. A mi regreso, volvimos a empezar, y entonces nos reconocimos, ya no teníamos 14, a los 16 todo se ve diferente, ahí si se reconoce al amor cuando lo estás viviendo; así que cuando me lo topé de frente, lo entendí todo, comprendí que ya lo había visto, que a mis 14 lo viví y que ahora tan solo estaba renaciendo.

Creo que esos años fueron los que definieron el curso de nuestra relación, éramos dos mejores amigos que estaban perdidamente enamorados, recuerdo esos días poco, porque temó mezclar tiempos y desgastar mis recuerdos con todo lo que hoy somos.

Después vino el momento de decidir qué haríamos de nuestras vidas de forma individual, y la individualidad… nos separó, quedé en un pueblo milenario de olor a tierra mojada, en una universidad donde te enseñan a aprender, donde la teoría no es requisito, sino que la práctica (de vivir) te absorbe. Él terminó en la segunda ciudad más grande de México, en una universidad llena de tabúes y mucha, mucha teoría.

A pesar de la distancia, logramos mantener nuestra relación viva por unos años, pero eventualmente, quise algo más, lo quería todo, no quería ver a mi novio 3 veces al año, quería vivir una relación “normal”, salir de mis clases e ir a comer con “él”, pasear en bicicleta juntos, quería vivir lo que creía necesario. Así que sin mucho pensarlo, decidí acabar con todo, de tajo, no darle tiempo que me hiciera cambiar de opinión, no tuve siquiera el valor de decírselo en persona, una llamada bastó. Su llanto no parecía tan terrible a través de la línea de teléfono, así que sin importarme nada, colgué, resuelta a vivir, a hacer práctico todo lo que estaba aprendiendo, a explotar en mi juventud, porque parecía que la vida universitaria se me escapaba y yo sentía no haberla vivido aún.

Y viví, vaya que viví, una serie de estupideces en su mayoría, pero las viví al máximo, sin arrepentimientos, aprendiendo de todo lo que vivía, aprendí que el amor no crece en cualquier jardín, y que encontrar algo significativo no era tan sencillo, así que opté por divertirme hasta el cansancio, cuando me cansé de la diversión, caminé hacía el trabajo, porque trabajar nunca está de más; la tan valorada experiencia, parecía la mejor opción para olvidar que no estaba encontrando nada de lo que quise en un principio encontrar. Y cuando por fin me olvidé de qué estaba buscando fue cuando lo encontré.

Conocí a mi igual, horriblemente terco, mal humorado, sarcástico, y aferrado a no demostrar sus sentimientos, un yo en mi sexo opuesto, y al ser tan diferente a lo que siempre conocí, me enamoré. A veces dudo, si fue o no fue amor, pero en general creo que es por la terquedad de los dos que se me dificulta ponerle esa etiqueta. Lo amé lo más que pude, creo que para él fue igual. Pero solo 8 meses bastaron para doblar la hoja y aceptar lo que tanto me negaba… Seguía pensando en mi mejor amigo como algo más que eso, como el amor que nunca se iba a apagar. Así que decidí no engañar a nadie más, ni a mí misma, y confesarlo.

Un “aún te amo” bastó para regresar, y el segundo asalto comenzó lleno de dudas, pues fue repentino, fue no esperado por nadie, llegaron mis prácticas profesionales y decidí recortar distancias, así llegué a Guadalajara y vivimos seis meses de adaptación, para regresar a la ya conocida distancia al fin de las mismas, parecía que todo iba a funcionar, hasta que llegó a mi vida la tesis, en medio de ésta, el trabajo y mi beca, empecé a ser un tipo de “mounstro de la noche” , me salió mi primer cana, y entre otras cosas comencé a cuestionar mi relación, mi carrera estaba por terminar, llevaba 8 años enamorada de una persona y después de terminar la carrera “¿qué?” Como no supe responder, decidí terminar.

Para este punto no es difícil ver un patrón… soy demasiado impulsiva, tomo decisiones cuando mi estado anímico es el más bajo, pero sobretodo, me asusta el compromiso, la longevidad de mi relación siempre me ha asustando, ejerce presión sobre mí, me hace sentir obligada a hacer o deshacer de mi vida algo en particular, y cuando creo que soy más feliz, más completa, tengo que dejarla de lado, mi relación siempre ha sufrido los destrozos que deja mi crecimiento.

Una vez más dejamos las cosas como amigos, pero juré que era la última vez que lo lastimaba, “¡no más!”, dije, seamos amigos y nada más, nunca más. Hoy aprendí que el destino te echa en la cara el “nunca”.

Varios meses después del “no más”, el sentimiento de horror que causaba en mí mi actual trabajo (ya con mi carrera resuelta), me trajo a Jalisco, a Cuixmala, llegué a Guadalajara de inicio, y así es como llegué a él otra vez. No creo que ninguno de los dos entiende bien como pasó, pero sucedió que, no esperando nada, comenzó todo. Creo que sin tomar en cuenta los dulces 16, esta es nuestra mejor época, ambos somos muy felices de manera individual, y cuando nos vemos (cada 15 días) somos muy felices en conjunto, amamos nuestros trabajos, amamos los lugares donde vivimos, y nos amamos.

Pero mi anormalidad se asoma a la puerta y me pregunto ¿Por qué creo que ya no lo amo igual? O peor aún, que ya no lo amo más…

AGGGGG quisiera que alguien me ayudara a pensar, pero sobretodo, a contestar!